¿Cómo creer en un mundo
de escépticos que solo profesan fidelidad a lo que ven? ¿Cómo creer en seres
que le hacen culto a la falsedad y sin pensarlo te dan una bofetada de
hipocresía? Simple y sencillamente convertirse en lunáticos sujetos al fervor
de un amor verdadero.
Fe, confianza o quizás
ingenuidad, cualidades apasionadas de creer sin ver. El primero es resultado de
aceptar con certeza lo que se espera y no se puede contemplar. El segundo es la
acción favorable de aguardar los buenos actos yacidos en el otro. El tercero y
por último el más suspicaz, desconocimiento de razón por falta de experiencia. Como
quiera que sean denominados… hoy día la acción del verbo creer está en vía de extinción.
Y no sé si por falta de huevas para defender los ideales, o miedo a ser rechazados
por nuestros anhelos. De lo que sí estoy consiente es que la producción de
dicha maniobra necesita velozmente una venda para tapar nuestros ojos, y un
escudo contra las piedras lanzadas de los fracasados por excelencia. El creer
es una cualidad de los lunáticos expertos, ellos intentan e intentan una vez
más incansablemente; no esperan resultados, solo se guían por el mejor
indicador: el amor. El motivo que los convierte en niños esperando el vuelo
hacía el país de nunca jamás.
Pero solo tú decides
quien ser: Peter Pan, el creyente lunático, o El escéptico que lanza piedras
desde las gradas. Eso sí, no esperes que te comprendan y te entiendan, ellos
solo miran el espectáculo desde las afueras del telón.
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