viernes, 11 de enero de 2013

Creer, cualidad de lunáticos








¿Cómo creer en un mundo de escépticos que solo profesan fidelidad a lo que ven? ¿Cómo creer en seres que le hacen culto a la falsedad y sin pensarlo te dan una bofetada de hipocresía? Simple y sencillamente convertirse en lunáticos sujetos al fervor de un amor verdadero.










Fe, confianza o quizás ingenuidad, cualidades apasionadas de creer sin ver. El primero es resultado de aceptar con certeza lo que se espera y no se puede contemplar. El segundo es la acción favorable de aguardar los buenos actos yacidos en el otro. El tercero y por último el más suspicaz, desconocimiento de razón por falta de experiencia. Como quiera que sean denominados… hoy día la acción del verbo creer está en vía de extinción. Y no sé si por falta de huevas para defender los ideales, o miedo a ser rechazados por nuestros anhelos. De lo que sí estoy consiente es que la producción de dicha maniobra necesita velozmente una venda para tapar nuestros ojos, y un escudo contra las piedras lanzadas de los fracasados por excelencia. El creer es una cualidad de los lunáticos expertos, ellos intentan e intentan una vez más incansablemente; no esperan resultados, solo se guían por el mejor indicador: el amor. El motivo que los convierte en niños esperando el vuelo hacía el país de nunca jamás.



Pero solo tú decides quien ser: Peter Pan, el creyente lunático, o El escéptico que lanza piedras desde las gradas. Eso sí, no esperes que te comprendan y te entiendan, ellos solo miran el espectáculo desde las afueras del telón. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario